Uno de los principios que siempre intentamos mantener en mente y transmitir a todos los que nos pregunten acerca del estilo de vida low waste es el de que, a la hora de hacer nuestras adquisiciones, siempre tengamos en cuenta que el producto más sostenible es aquel que ya tenemos en casa o que no usamos. Más adelante os haremos un post de todos los productos que creíamos esenciales y ya no usamos ni echamos de menos.
Sin embargo, también hay una vertiente importante del low waste que pasa por cambiar productos por sus versiones más sostenibles. Y uno de los primeros artículos en nuestro trayecto ha sido el cepillo de dientes de bambú.
¿Y por qué es más sostenible el bambú que el plástico?
El bambú es una planta autóctona del Sureste Asiático, y su mayor productor es China, lo que significa que transportarlo hacia nosotros implica una huella de carbono importante. Probablemente el cepillo convencional de plástico tampoco se haya producido en tu región y venga precisamente de este mismo país, pero el plástico es ligeramente más ligero lo que hace que finalmente su transporte produzca una huella de carbono ligeramente menor.
¿Entonces, qué ventajas ofrece el bambú? Es una planta de crecimiento rápido, de 10 a 15 metros en 2 años, en ese tiempo de crecimiento, en su proceso de fotosíntesis, depura mucho CO2 del aire ambiente. Así que la materia prima está ya contrarrestando la huella de carbono antes del gasto en transporte del cepillo de dientes final. Además el bambú es biodegradable, compostable y su madera tiene agentes antibacterianos.
Pero no todos los cepillos de dientes de bambú son iguales. ¿Cómo elegir la opción más sostenible social y ambientalmente?
Cómo habíamos referido, el bambú se produce en todo sudeste asiático, en países que tienen pocas legislaciones que protejan los trabajadores. Además de que si aumenta la búsqueda de este material, fácilmente se puede caer en política de monocultivos que favorecen la deforestación y desaparición de grandes hábitats forzando animales salvajes en algunas ocasiones a vaguear por ciudades y extinciones. Como está pasando con la industria del aceite de Palma. Así que es muy importante elegir cepillos que garanticen una origen de campos sustentables.
Consejos a tener en cuenta a la hora de elegir cepillo:
- Buscar marcas que usen sello de cultivo FSC, es decir, eco-responsable, y respetuoso con los bosques, los animales y las personas.
- Te aconsejamos buscar marcas que usen cerdas de nylon-6. ¿Y porqué? Un apunte importante es de que el mango de bambú es 100% biodegradable y compostable, pero no las cerdas que son de nylon (hay cerdas de origen animal que sí serían compostables pero por razones éticas de la producción actual animal tampoco nos parecen la mejor opción). ¿Qué es el nylon? Pues basicamente un plástico. Pero no todos son iguales:
- Nylon-4 con Bisfenol A (BPA), componente dañino para la salud y derivado del petróleo.
- Nylon-6 de no contiene derivados del petróleo ya que está fabricado a partir de aceite de ricino.
Marcas que cumplen estos requisitos:
- My boo Company. Marca francesa también tiene con cabezales cambiables. Dejamos el link de los puntos de venta. En Barcelona se venden en Madame Melon (Baixada de Viladecols, 4, 08002 Barcelona).
- Hydro Phil. Marca alemana. En Barcelona venden en Olokuti (Gràcia y Gótic). También en varias tiendas online. La que puedo recomendar es Luffa Shop porque hacen entregas a 1 tienda en Barcelona una vez a la semana y así reduces tu huella de carbono por comprar online.
Cómo desecharlos: El bambú se puede compostar en casa o industrial a través de las basuras específicas de tu ciudad. El nylon de las cerdas (que se deben retirar con una pinza o alicate) se podría reciclar pero dado el poco avance del reciclaje al día de hoy es un producto muy difícil de triar en los sistemas actuales así que mejor descartarlas con la basura convencional y evitar que termine en algún río y luego océanos.
Pero sea cuál sea el cepillo que elijas podrás aplicar esta rutina de mantenimiento 1 vez a la semana para prolongar su vida:
- En un pequeño frasquito prepara agua con bicarbonato en polvo y mezcla. Introduce la cabeza del cepillo en el líquido y deja reposar unos 5-10min.
- Con un alambre fino (nosotros usamos 1 clip), frota toda la “raíz” de las cerdas.
- Vuelve a ponerlo en el agua con bicarbonato y remueve bien verás como caen partículas negruzcas. Pásalo por agua y lo tienes super limpio de nuevo.
- Y muy importante cada vez que uses el cepillo, sécalo con la misma toalla de rostro que usas para ti.