Desde que soy pequeña que mis padres me educaron para la posibilidad de que tuviese que huir de mi país y mi hogar en caso de que pasara una guerra.
Nunca me lo inculcaron como algo del que debería tener miedo sino como pequeños gestos de la vida cotidiana, fomentando lo que ahora llaman de minimalismo y trabajando mi capacidad de adaptación a diferentes comidas y escenarios.
Y creo vehemente que esta característica de mi educación es responsable, al menos en parte, por la capacidad de resiliencia que tengo hoy como adulta.

Jamás mis padres habían pensado que la guerra vendría en forma de pandemia vírica, pero la verdad es que lo tenemos aquí y esta es la guerra de nuestra generación. Han sido meses difíciles y se avecinan meses duros para muchos seguramente ya que el combate a este virus ha infligido una huella económica importantísima, dejando a muchos sin trabajo.Así que, para este artículo decidimos elaborar una lista de consejos para enfrentar la guerra que todo tienen que ver con ahorro y sustentabilidad, muchos de ellos inspirados en los consejos de mis padres durante toda mi infancia.Consejos de Guerra para sobrevivir a la Pandemia:
PERSONAL
- Llevar un buen control de tus gastos e ingresos. Lo puedes hacer desde la misma aplicación de tu banco, plantillas de excel, o apps diseñadas específicamente para este efecto, como son: Fintonic, Mooverang, Mint, Monefy, Wallet.
- No endeudarse con la banca ni hacer inversiones de riesgo, probablemente este no sea el mejor momento.
- Comprar lo esencial a corto plazo. Menos es más, pondera bien tus compras, no comprar de inmediato evita las compras por impulso que casi siempre nos dejan con objetos que no usamos o que no necesitamos realmente. Esto no solo es bueno para tu bolsillo como también es la opción más sostenible.
- Invertir en tí. Estudia, busca cursos en línea, de pago o gratuitos, para potenciar habilidades que siempre quisiste explorar.
- Generar ingresos alternativos a tu trabajo habitual. Ponte creativo algo se te ocurrirá, las épocas de crisis siempre son un escenario de nuevas oportunidades. Y claro podrás explotar esas nuevas herramientas que aprendiste en tus nuevos cursos.
HOGAR
- Energía:
- Gas: prescindir o usar lo mínimo posible calefacción, utilizar ropa en capas en casa estarás igual de calentito, usar el agua caliente sólo si es realmente necesario.
- Electricidad: usar las luces solo en la habitación donde te encuentras; quitar stand by; desenchufar los aparatos que no estén en uso; intentar que el máximo de personas posible de la familia estén en una misma habitación, esto ahorra energía y potencia la comunicación y convivencia. Opta por contratar un proveedor de energía de fuentes renovables. En España hay varias opciones: tarifa Tempo Verde Supervalle de Endesa, Naturgy, SomEnergía, holaluz.
- Agua: con tu pareja os podéis duchar juntos. Aprovechar agua de la ducha para reutilizar en el váter. Si es el agua limpio de calentar o que cae alrededor de ti lo puedes usar perfectamente en la cocina para lavar alimentos, puedes ver cómo en el instagram de @catarinafpb.
- Teléfono e Internet: Asegúrate que los planes de teléfono e internet sean adecuados para tu uso.
ALIMENTACIÓN
- Comer en casa. Evitar restaurantes. Sí, es verdad que muchos negocios locales necesitarán tu ayuda, especialmente ahora que nos encontramos en una situación que llevamos 2 meses de confinamiento en la que no han podido generar ingresos. Pero la verdad es que la opción más sostenible para tu cartera, tu salud y para el ambiente es comprar alimentos frescos, de temporada, de producción local, rechazando los que vienen en envases de un solo uso, dándote la opción de explotar tu creatividad, elaborando platos deliciosos. Ahora que tenemos más tiempo en casa permítete investigar y sacar tu chef interior. Cocinar es mucho más fácil de lo que puede parecer.
- Compra local. Productos frescos y de temporada. Reduces tus emisiones de carbono y podrás hacer platos increíbles con productos de calidad que te nutrirán cuerpo y alma.
- Reduce el consumo de productos de origen animal. Con esto no digo que todo el mundo tenga que ser vegetariano o vegano, aunque si lo quieres hacer adelante. Pero con tan sólo reducirlo ya estarás ahorrando en tu cartera, salud y ambiente. Y un pequeño disclaimer, ser vegetariano no significa comer soja a todas horas, hay una variedad alimenticia increíble en este tipo de dieta que te invito a descubrir. Hay diversos estudios que comprueban que el consumo de productos de origen animal medio en los “países desarrollados” es excesivo, la OMS y la ONU han emitido ya comunicados aconsejando su reducción en la dieta, y estamos hablando de organizaciones muy conservadoras. Por un lado, las fuentes de proteína animal son más caras que las vegetales a nivel directo, lo que en tiempos de necesidad de ahorro ya es una ventaja en sí mismo. Por el otro lado, la producción cárnica industrializada de la que viene la mayoría de carnes del mercado implica deforestación para producción de granos en monocultivo, lo que implica desertificación de suelos y necesidad de uso de más químicos y fertilizantes que acaban en los mantos acuíferos cuyas aguas estamos agotando para irrigar estos suelos que estamos desertificando. Tras la producción de grano se tiene que transportar muchas veces a sitios lejanos con una huella de carbono considerable para luego alimentar animales que con suerte viven en campos extensos que se abrieron cortando árboles causando más deforestación, o la mayoría confinados en pequeños rectángulos donde viven toda su vida. Dependiendo del animal del que estamos hablando, mayoritariamente cerdos y vacas se hacen constantemente heridas que se infectan por vivir en espacios tan pequeños de los que luchan por salir que les tienen que dar antibióticos veces sin cuenta en sus cortas vidas, siendo esta práctica responsable, al menos parcialmente, por muchas de las resistencias antibióticas que vemos en humanos. Además en la producción animal se ve incrementado el consumo de agua. ¿Entonces en la producción vegetal no se contribuye para la deforestación y consumo de agua? La respuesta es que sí, pero si producimos granos y vegetales para nuestro consumo y no para nuestro consumo y para alimentar a animales criados exclusivamente para alimentarnos, estamos reduciendo la cantidad de hectáreas de campo necesarias para su producción, menos emisiones de carbono y menos gasto de agua en total. Así que os propongo un listado de opciones de más a menos sostenible para alimentación basada mayoritariamente en:
- Vegetales de cultivo local. De preferencia en granjas de multicultivo, como pueden ser las biodinámicas. Busca mercados de agricultores cercanos a tí. Hay muchas ciudades dónde los puedes encontrar. En Barcelona hay el Mercat de la Terra, slow food que se realiza todos los sábados en el Parc tres Xemeneies en Poble Sec.
- Vegetales de cultivo “convencional”
- Carne de origen bio. De origen cuanto más cercana mejor. En Barcelona la más cercana cuanto a vacunos serían los de los pirineos criados en la montaña.
- Carne de producción convencional.
OCIO
- Disfruta de las videoconferencias. La situación está provocando que las personas estén más abiertas a conversaciones, es un buen momento para aprovechar el tiempo libre hablando con los familiares y amigos.
- Desempolva tus películas y discos viejos. En muchas casas hay una colección de películas y de entretenimiento en general que se utiliza poco o nada. Los conciertos y festivales todavía tienen algunos meses para reiniciar actividades, por lo que esta es una buena oportunidad para escuchar tus discos viejos y recordar por qué los has comprado, conocer un poco más a tus artistas preferidos, escuchar con atención las letras, etc. Les recomendamos el libro de “Cómo escuchar la música” de Aaron Copland.
- Asistir a conciertos, charlas u otros eventos enlivedeInstagramoYoutube. Lo están haciendo desde aficionados, artistas menos conocidos hasta grandes nombres de la escena musical.
- Divide la suscripción de servicios entre familiares y amigos. Hay servicios que ofrecen planes familiares con los que tienes derecho a un mayor número de usuarios. Por ejemplo: Spotify, Netflix, Office 365. Todos pueden utilizar los servicios al mismo tiempo, la suscripción mensual se prorratea entre los participantes y se genera un ahorro. Hay aplicaciones como together price que aplican este principio.
- Indaga más en tus hobbies. Una de las formas de sacar provecho del tiempo ocioso es investigando más sobre las cosas que te gustan y dan satisfacción. Con el tiempo se adquiere un conocimiento que lo hace a uno especialista del tema y podría convertirse en una fuente de ingresos más tarde.
Para ampliar información:
https://comparadorluz.com/faq/contratar-electricidad-verde
https://slowfood.barcelona/index.php/mercat-de-la-terrahttps://www.masterclass.com/classes/jane-goodall-teaches-conservation